Los tratamientos con parafina ayudan a mejorar el aspecto de la piel. Se recomienda sobre todo para pieles secas y en zonas con un clima seco y frío, puesto que devuelve a la piel su hidratación natural. Gracias a que mejora el flujo sanguíneo, la parafina ayuda a que la humedad suba de las capas internas de la piel a las externas, rejuveneciéndola y devolviéndole su suavidad natural. Se puede utilizar tanto en tratamientos corporales como faciales.
¿Para qué sirven las gasas faciales de parafina?
Son máscaras faciales suaves máscaras en spunlace (tejido similar a la gasa) con apertura de ojos, nariz y boca. Está indicada para tratamientos faciales. Su tejido suave y adaptable a la vez que muy absorbente, facilita la penetración de activos aplicados en los tratamientos estéticos.
¿Cómo se utilizan?
Para realizar un tratamiento facial con parafina seguiremos el mismo protocolo que cuando realizamos una higiene facial:
- Limpieza del rostro con leche limpiadora adecuada.
- Tonificar con tónico adecuado.
- Exfoliación suave.
- Aplicar biológico hidratante.
- Masaje facial.
Después de la limpieza facial:
Aplicar mascara de parafina:
- Cubrir los ojos con algodón humedecido.
- Aplicar una gasa facial sobre el rostro.
- Con el pincel vamos aplicando capas de parafina.
- Aplicar un total de 3 - 4 capas.
- Dejar actuar la máscara durante 20 minutos.
- Retirar la máscara de arriba hacia abajo.
- Aplicar crema hidratante.
Sobre todo es recomendada para:
Todos aquellos casos en los que se necesite hidratar, suavizar o proporcionar humectación a la piel y emoliencia.
Problemas articulares (artrosis).
Rehabilitación en la que el aporte de calor sea beneficioso.
Desaconsejamos el uso de parafina para:
Todos aquellos casos en los que el aporte de calor sea desaconsejable.